Cómo plantar semillas de lavanda en macetas
Introducción:
La lavanda es una planta muy popular en los jardines, no sólo por su belleza sino también por su aroma y propiedades terapéuticas. Una de las mejores maneras de tener lavanda en casa es plantarla en macetas. En este artículo, aprenderás cómo plantar semillas de lavanda en macetas y obtener una hermosa y aromática floración en tu casa.
Paso 1: Selecciona la Maceta Adecuada
Antes de plantar la semilla de lavanda, es importante considerar el tamaño y el material de la maceta adecuada. La lavanda es una planta que crece mejor en una maceta de cerámica o de barro, que permite que el suelo se seque entre riegos.
El tamaño adecuado de la maceta para plantar semillas de lavanda debe ser de al menos 30 cm de diámetro y 20 cm de profundidad. Una maceta más grande es preferida, ya que ofrece un espacio de crecimiento suficiente para una planta más saludable.
Cosideraciones sobre la Localidad:
Es importante tener en cuenta la localidad donde se va a colocar la maceta con las semillas de lavanda. La lavanda crece mejor en zonas con exposición solar directa, que permiten que la planta reciba al menos 6 horas de luz solar directa al día. Es recomendable que la maceta se coloque en un lugar donde haya buena circulación de aire y no tenga humedad excesiva.
Paso 2: Prepara el Sustrato
La lavanda prefiere un sustrato bien drenado, con un pH entre 6,5 y 7,5. Se recomienda mezclar la tierra de jardín con un 30% de arena gruesa y un 30% de perlita o vermiculita para mejorar el drenaje y la aireación del suelo.
Después de mezclar los ingredientes, es importante desinfectar el sustrato antes de llenar la maceta. La desinfección puede ser realizada con una solución de peróxido de hidrógeno al 3%, que se aplica sobre la mezcla de tierra, arena y perlita y se deja secar durante 24 horas.
Paso 3: Riego
Antes de sembrar las semillas, es recomendable regar bien el sustrato para evitar que las semillas queden al descubierto. Después de la siembra, se debe regar con una regadera de manera suave y una vez por semana, evitando mojar las hojas de la planta. Es importante que el sustrato se seque un poco entre riegos, ya que la lavanda no tolera los suelos excesivamente húmedos.
Paso 4: Siembra de las semillas
Para sembrar las semillas, primero rellena la maceta con el sustrato preparado, asegurándote que la tierra esté suelta y no compactada. Luego, haz un agujero de unos 3 cm de profundidad en el centro de la maceta.
Coloca una o dos semillas en el agujero, y cúbrelos con una fina capa de tierra. Rocía la superficie del sustrato con agua para mantenerlo húmedo, pero no encharcado. Si plantas varias semillas de lavanda en la misma maceta, asegúrate de dejar al menos 15 cm entre ellas para que tengan suficiente espacio para crecer.
Paso 5: Cuidados después de la siembra
Después de la siembra, es importante seguir ciertos cuidados para que la semilla de lavanda crezca sana y vigorosa. La lavanda es una planta resistente, que es capaz de sobrevivir en condiciones difíciles, pero para asegurarte de que tenga un crecimiento adecuado, es importante regarla de manera regular, pero evitando el exceso de agua.
Además, es recomendable abonarla cada 2-3 meses, utilizando un fertilizante equilibrado en nitrógeno, fósforo y potasio. También es bueno podar la planta una vez al año para mantenerla compacta y promover nuevas ramas.
Paso 6: Mantenimiento
Para mantener tu planta de lavanda saludable, puedes aplicar un insecticida orgánico cada vez que sea necesario para evitar plagas y enfermedades. También es importante retirar las hojas secas y marchitas para evitar que hagan sombra sobre las hojas sanas, y mantener la maceta libre de malezas.
Conclusión
Si sigues estos pasos, tendrás una hermosa planta de lavanda en tu casa en poco tiempo. Las semillas de lavanda son fáciles de cultivar y cuidar, y pueden proporcionar una fragancia relajante y terapéutica para tu hogar. Asegúrate de seleccionar la maceta adecuada, preparar el sustrato de manera adecuada, sembrar las semillas correctamente y proporcionar los cuidados adecuados después de la siembra, y en poco tiempo tendrás una hermosa floración para disfrutar de su belleza y aroma. ¡Disfruta de tu nuevo jardín de lavanda!